Los compresores Thomas tienen sus raíces en la empresa Electric Sprayit Company, fundada en Chicago en 1928, dedicada a la fabricación de equipos de pulverización eléctrica y compresores.
En 1953, esta empresa se fusionó con Moe Light Inc., dando origen a Thomas Industries. Inicialmente centrada en la iluminación, la compañía diversificó su portafolio hacia compresores y bombas de vacío, consolidándose en este sector.
Uno de los hitos significativos de su historia fue la obtención de la patente de la tecnología WOB-L® en 1976, una innovación en bombas de pistón sin aceite que mejoró la eficiencia y redujo el mantenimiento.
En 2002, Thomas Industries adquirió Werner Rietschle GmbH, ampliando su presencia global y fortaleciendo su posición en el mercado de compresores y bombas de vacío.
Frente a sus características, los compresores Thomas se identifican por su diseño robusto y tecnologías avanzadas. Por un lado, cuenta con la tecnología WOB-L®, la cual tiene un sistema de pistón oscilante sin aceite que ofrece alta eficiencia y bajos costos de mantenimiento. Por otro, los compresores de Pistón Articulado están diseñados para entornos exigentes, con capacidad de reinicio a alta presión y tolerancia a contaminantes.
Si bien la compañía Thomas es reconocida por los compresores de aire seco, esta tiene un amplio rango de productos, que incluye bombas de diafragma, peristálticas, de paletas rotativas y microbombas, entre otras.
Hasta la fecha, gracias a su versatilidad, los compresores Thomas se utilizan en múltiples industrias. Así, está presentes en la industria médica, laboratorios. Desde allí se realiza el uso de equipos de diagnóstico, respiradores y sistemas de vacío. En la industria automotriz se usan los sistemas de suspensión neumática, inflado de neumáticos y asientos ajustables. Y, para finalizar, en el área industrial y ambiental los compresores se usan para procesos de automatización, control de emisiones y tratamiento de aguas.
En comparación con marcas como Viair y AM (AndyMark), los compresores Thomas destacan por su durabilidad, pues están diseñados para ciclos de trabajo prolongados y condiciones exigentes. A su vez, son equipos de alta eficiencia ya que tienen un bajo consumo de energía y calor. Para finalizar, el mantenimiento es muy sencillo gracias a su diseño sin aceite.